lunes, 7 de septiembre de 2020

Como triunfar en 24 horas ¿Se puede? o tienes miedo



 Para todos, un día dura 24 horas. Pero mientras que muchos sacan un increíble rendimiento a su tiempo, a otros el día se les pasa volando y llegan al final de la jornada con la sensación de no haberlo aprovechado plenamente. Si estás viviendo tu etapa académica, es fundamental que aproveches al máximo cada uno de los minutos que dedicas a formarte; pero también debes descansar y disfrutar de momentos de ocio. Para conseguirlo, es clave aprender cómo lograr una gestión del tiempo adecuada.

La importancia de una buena gestión del tiempo

Existe la llamada Teoría o Regla de los tres 8 que consiste en dividir el día en tres partes: 8 horas para dormir, 8 horas para trabajar y 8 horas para disfrutar. En un mundo ideal sería así, pero en la vida real cuesta mucho equilibrar la jornada de esta manera.

El estudiante cuenta con la ventaja de que dispone de cierta libertad para organizar sus horarios, sobre todo a medida que va cumpliendo años. Es cierto que los centros de estudios tienen un horario, pero una vez termina la jornada, cada uno gestiona su tiempo en función de sus necesidades.

Por tanto, la organización del tiempo del que disponemos es responsabilidad de cada uno. Lo que ocurre es que, a menudo, se han adquirido malos hábitos que hay que desaprender. Uno de ellos es descuidar el estudio durante el curso y tratar de ponerse al día en la época de exámenes, invirtiendo horas y horas de estudio. Esta manera de actuar lleva a que muchos estudiantes vivan esa etapa con gran angustia, puesto que resulta complicado realizar el trabajo de todo un año en unos pocos días. Además, en la mayoría de los casos, los resultados obtenidos no son tan buenos como si se hubiera planificado bien el estudio.

En conclusión: la organización y planificación del tiempo son elementos clave para tener éxito en los estudios y alcanzar tus objetivos.

Cómo gestionas tu tiempo

El primer paso para mejorar es analizar cómo gestionas tu tiempo. Hay que calcular cuántas horas se dedican diariamente al estudio y, lo que es más importante, si es un tiempo bien aprovechado; porque muchas horas de estudio no son sinónimo de estudio de calidad.

Para dar lo mejor de nosotros mismos, hay que averiguar cuáles son nuestros biorritmos. Es decir, en qué momento del día nos resulta más productivo estudiar. Cada persona es diferente y mientras que unos rinden mejor por las mañanas, otros lo hacen por las noches.

También es fundamental la actitud con la que afrontamos el estudio. Nuestra predisposición y motivación para encarar el reto de estudiar es determinante para conseguir buenos resultados. Otro aspecto a tener en cuenta es el espacio donde se estudia, valorando si es necesario compartirlo con otras personas o si habrá interrupciones puntuales.
 
Consejos para hacer una buena gestión de tiempo

Si quieres sacar el máximo partido a tu tiempo de estudio es importante que organices y planifiques tu jornada. Estas son algunas pautas que te pueden ayudar:  

  1. Planificación. Haz un programa con el tiempo que dedicarás diariamente a estudiar, pero incluye también horas de descanso que son fundamentales para despejar la mente. Sé riguroso con esta planificación y procura atenerte a ella.
  2. Lugar. Por muchas horas que pases estudiando si el ambiente no es el adecuado, de poco servirá. Busca un espacio tranquilo y donde no vayas a ser interrumpido.
  3. Descanso. Es importante que descanses bien y las horas suficientes, así tu rendimiento será mayor.
  4. Fuerza de voluntad. Afronta el estudio con actitud positiva, con ganas y determinación. Y no dejes que nada, salvo que sea de vital importancia, evite que te pongas a estudiar cuando así lo has establecido.
  5. Metas. Ponte metas realistas en cuanto a los horarios y a los objetivos que quieres conseguir. Lograr lo que te has propuesto, es como una inyección de energía positiva que te ayuda a seguir adelante.
  6. Ocio. Es fundamental que reserves tiempo para el ocio y para disfrutar de la vida. Si solo estudias, al final terminarás agobiándote. Es mejor hacer un paréntesis, pero siempre de forma equilibrada.
  7. Material. Para aprovechar al máximo tu tiempo de estudio reúne todo el material que necesitas para trabajar, ya sean libros, apuntes, material de escritura, ordenador o dispositivos electrónicos para consultar o ampliar información. Dispón todo el material de forma ordenada y bien archivada, así no perderás tiempo buscando algo.
  8. Repasar. Una manera muy útil de consolidar lo aprendido es repasar la materia justo antes y después de las clases. Prueba hacerlo así y comprobarás cómo logras un mayor rendimiento. Ese tiempo invertido te dará unos excelentes resultados.
  9. Pausas. Es fundamental que hagas pequeños descansos o pausas cuando estés estudiando. Te ayudarán a relajarte y retomar los libros con fuerzas renovadas.
  10. enlace a la pagina compartida:
  11. https://www.educaweb.com/contenidos/educativos/tecnicas-estudio/gestion-tiempo-clave-triunfar-estudios/

sábado, 18 de enero de 2020

Prevención personal y te puede ayudar en caso de problema

¿Qué son las medidas de autoprotección?
Son el conjunto de acciones encaminadas a la protección, realizadas por uno mismo, para sí mismo.
Los ciudadanos deben tomar las medidas necesarias para evitar la generación de riesgos, así como exponerse a ellos. Una vez sobrevenida una emergencia, deberán actuar conforme a las indicaciones de los agentes de los servicios públicos competentes.
¿Qué implica?
Cuando hablamos de autoprotección estamos hablando de: prevención, control de riesgos así como acciones y medidas a adoptar con objeto de garantizar la protección de los ciudadanos, los bienes y el medio ambiente.
La prevención, entendida como el conjunto de medidas y acciones encaminadas a evitar o mitigar los posibles impactos adversos de los riesgos y amenazas, es uno de los fines prioritarios del Sistema Nacional de Protección Civil. En materia de autoprotección, se materializa a través de los Planes de Autoprotección.
¿A quién obliga?
Obliga tanto a los ciudadanos como a las administraciones públicas, como se indica en la Ley del Sistema Nacional de Protección Civil.
¿Qué tipos de autoprotección se consideran?
Podemos considerar dos tipos de autoprotección: la autoprotección ciudadana y la autoprotección corporativa:
  • La autoprotección ciudadana se puede entender como la ejercida por los ciudadanos en el marco físico donde se desenvuelve su vida. Por tanto, se puede hablar de: Autoprotección individual, Autoprotección familiar, Autoprotección en comunidades…
  • La autoprotección corporativa es el sistema de acciones y medidas adoptadas por una entidad pública o privada, encaminadas a prevenir y controlar los riesgos, a dar respuesta a las emergencias y garantizar la coordinación de las acciones que se adopten con el sistema público de Protección Civil.
Funciones de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias en materia de autoprotección
De acuerdo al Real Decreto 393/2007, de 23 de Marzo, por el que se aprueba la Norma Básica de Autoprotección de los centros, establecimientos y dependencias dedicados a actividades que puedan dar origen a situaciones de emergencia, la Dirección General de Protección Civil y Emergencias tiene las siguientes funciones:
a) Mantener una relación permanente con los órganos competentes en materia de Protección Civil de las Comunidades Autónomas.
b) Realizar la información previa de todos los Planes de Autoprotección que hubieran de efectuarse por cualquier titular, cuando el órgano competente para el otorgamiento de licencia o permiso para la explotación o inicio de actividad, perteneciera a la Administración General del Estado, y establecer el correspondiente Registro para los mismos.
c) Fomentar la creación de foros de debate y la realización de actividades de formación en materia de autoprotección.
d) Constituirse como punto de contacto en todo lo relativo a autoprotección en relación con la Unión Europea y otros Organismos Internacionales.






01. Qué técnicos son competentes para elaborar Planes de Autoprotección?

El Real Decreto 393/2007 de 23 de marzo, por el que se aprueba la Norma Básica de Autoprotección de los centros, establecimientos y dependencias dedicados a actividades  que puedan dar origen a situaciones de emergencia, dispone tanto en el artículo 4.b) del Real Decreto como en el apartado 3.3.1 de la Norma Básica de Autoprotección, que el Plan de Autoprotección habrá de estar redactado y firmado por un técnico competente capacitado para dictaminar sobre aquellos aspectos relacionados con la autoprotección frente a los riesgos a los que esté sujeta la actividad.
Corresponde a la Administración Pública competente determinar el perfil o la titulación del redactor del Plan de Autoprotección a la vista de su trayectoria profesional o formativa. Los órganos competentes de las Administraciones Públicas que informen o reciban la documentación del Plan de Autoprotección de las actividades, centros, establecimientos o instalaciones señaladas en el Anexo I de la Norma Básica de Autoprotección, son los que deben determinar si el redactor del Plan es un técnico competente.

02. ¿A qué órgano de las Administraciones Públicas debe remitirse el Plan de Autoprotección?

De acuerdo con el artículo 4.2 del Real Decreto 393/2007, el Plan de Autoprotección deberá acompañar a los restantes documentos necesarios para el otorgamiento de la licencia, permiso o autorización necesaria para el comienzo de la actividad. Es decir, debe presentarse al órgano de la Administración Pública competente para el otorgamiento de licencia o permiso para la explotación o inicio de actividad.

03. ¿Qué planes de autoprotección deben remitirse a la Dirección General de Protección Civil y Emergencias?

Aquellos que deben ser informados previamente porque la actividad esté comprendida en el Anexo I de la Norma Básica de Autoprotección, y el órgano competente para el otorgamiento de licencia o permiso para la explotación o inicio de la actividad pertenezca a la Administración General del Estado.
Los planes cuyo órgano competente para la actividad pertenezca a la administración territorial deberán remitirse, según lo establecido en el apartado 1.3.3.a. de la Norma Básica de Autoprotección, al órgano competente en materia de Protección Civil del ámbito territorial que le corresponda.

04. ¿Deben contar con Plan de Autoprotección actividades secundarias que se encuentran físicamente dentro de un centro, espacio, instalación o dependencia que sí debe disponer de él?

Según el artículo 4.d) del Real Decreto 393/2007, los centros establecimientos, espacios, instalaciones y dependencias que deban disponer de plan de autoprotección deberán integrar en su plan los planes de las distintas actividades que se encuentren físicamente en el mismo, así como contemplar el resto de actividades no incluídas en la Norma Básica de Autoprotección.
Asimismo el artículo 4.e) del citado Real Decreto, dispone que en los centros, establecimientos, espacios, instalaciones y dependencias del apartado anterior se podrá admitir un plan de autoprotección integral único, siempre que se contemplen todos los riesgos particulares de cada una de las actividades que contengan.





05. ¿En qué casos debe hacerse la revisión y actualización del Plan de Autoprotección?

1.  La revisión y actualización del plan de autoprotección debe realizarse de acuerdo a un programa de revisión y actualización de toda la documentación que forma parte del plan de autoprotección, según lo establecido por la Norma Básica de Autoprotección.
2.  El titular de la actividad debe mantener adecuadamente actualizado el plan de autoprotección. El Plan deberá contener las modificaciones oportunas en función de los posibles cambios, no sustanciales, que se puedan producir en las instalaciones.
3.  En caso de que se produzca una modificación o cambio sustancial en la actividad o en las instalaciones que afecten a la autoprotección, es obligación del titular de la actividad realizar una revisión del plan de autoprotección e informar al órgano competente para la concesión de la licencia (de uso, inicio de actividad o explotación), de la revisión del plan de autoprotección. La revisión implica la elaboración de un nuevo documento que recoja todas las modificaciones que se hubiesen producido.
Una lista no exhaustiva de modificaciones o cambios sustanciales que son susceptibles de implicar la revisión del plan de autoprotección, podría ser la siguiente:
  • Cambios sustanciales en el análisis y evaluación de los riesgos a los que está sujeta la actividad.
  • Cambios sustanciales en las medidas y/o medios materiales y humanos asignados al plan de autoprotección,
  • Cambios sustanciales en los procedimientos y protocolos de prevención y/o de respuesta a las emergencias.
  • Resultados de auditorías o inspecciones de seguridad.
  • Resultados de las evaluaciones obtenidas tras la realización de ejercicios o simulacros, que conlleven a algunos de los hechos anteriores.
En este caso, se recomienda incluir en el documento del plan de autoprotección una sección con el control de revisiones donde queden reflejadas las modificaciones realizadas.
4.  No obstante lo anterior, aunque no se hubieran producido modificaciones o cambios sustanciales, es obligación del titular de la actividad realizar una revisión del plan de autoprotección, al menos, cada tres años, sin perjuicio de lo establecido en la normativa vigente de aplicación, dejar evidencia documental de esta revisión e informar al órgano competente.
5.  No obstante lo anterior, las Administraciones Públicas competentes pueden, en todo momento, requerir del titular de la actividad correcciones, modificaciones o actualizaciones del plan de autoprotección, de acuerdo a lo establecido en el artículo 4.3 del Real Decreto 393/2007

De acuerdo a las estadísticas de incendios forestales en España, producen de media unos 17.000 incendios forestales  (la mayoría de ellos menores a 1ha.) afectando a unas 114.000ha de superficie forestal. De ellos, según los registros de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias: una media anual de 80 incendios forestales tienen consecuencias sobre la población, principalmente debido a las evacuaciones preventivas, pero también hay que lamentar fallecidos, heridos, cortes de vías de comunicación y servicios, infraestructuras dañadas....
Así, debido a la incidencia y consecuencias de los incendios forestales en nuestro país, son muchos los organismos del Estado involucrados en su prevención y lucha. Éstos complementan la acción que corresponde a las Comunidades Autónomas en virtud de sus competencias en protección civil y gestión forestal, aportando medios de extinción de titularidad estatal, y facilitando la incorporación de medios de otras Administraciones, así como la ayuda internacional, cuando ésta resulte necesaria y en la que España es un referente.
En este contexto, y en el marco del Plan Estatal de emergencia por Incendios Forestales, la Dirección General de Protección Civil y Emergencias, como cada año, hace un esfuerzo por coordinar a los distintos organismos estatales a través de su Comité Estatal de Coordinación (CECO) de Incendios Forestales, ejerciendo igualmente el papel de punto focal con la Comisión Europea y los países limítrofes en materia de emergencias, y principalmente realizando un seguimiento de los incendios forestales desde el Centro Nacional de Emergencias (CENEM).

Una responsabilidad compartida

Año tras año, las distintas administraciones y organismos implicados en la lucha contra incendios forestales ponen en marcha multitud de medidas preventivas así como aquellas que mejoran la coordinación y la eficacia en la extinción en caso de producirse un incendio forestal.
De cualquier forma, un comportamiento responsable, procurando no encender fuego en el campo ni realizar actividades que puedan derivar en un incendio cuando exista riesgo, es la mejor medida para evitar los incendios forestales.
Éstos, además de constituir un problema medioambiental muy grave, pueden ocasionar situaciones de riesgo para las personas y sus bienes.
Por eso, si observa un incendio forestal o una columna de humo en el monte, la Ley de Montes establece la obligación de toda persona de avisar de la existencia de un incendio, y, en su caso, de colaborar en su combate. Así es importante avisar lo más rápidamente posible al 112.
Además conviene tener en cuenta una serie de recomendaciones de prevención y autoprotección adecuadas de cara a evitar y reaccionar correctamente ante la ocurrencia de un incendio forestal.

Medidas de PREVENCIÓN

En el Monte:
  • Como norma general, y especialmente en caso de condiciones meteorológicas que favorezcan la propagación de incendios (días de elevadas temperaturas, sequía prolongada y viento) hay que abstenerse de encender fuego con cualquier finalidad. Tenga en cuenta que, en general, está prohibido el uso del fuego en cualquier zona forestal. Solamente se autoriza su uso, por parte de las CCAA, en zonas y épocas muy determinadas (áreas recreativas acondicionadas específicamente para ello y fuera de la época de sequía o peligro que varían según las condiciones meteorológicas). Aún en zonas autorizadas, asegúrese de que está permitido y, en caso positivo, tenga un cuidado especial al apagarlo, asegurándose de que no quede ningún rescoldo que lo pueda reavivar y con ello iniciar un incendio
  • Apagar bien las cerillas y cigarrillos y nunca dejarlos en el monte (menos aún tirarlos por las ventanillas del coche)
  • No abandonar en el campo botellas, objetos de cristal o basuras que puedan provocar o favorecer el incendio
Si, tras la correspondiente autorización, va a quemar rastrojos o restos vegetales:
  • Una vez solicitada y recibida la autorización necesaria, siga al pie de la letra las condiciones indicadas, en la misma. Contacte con los Servicios de Montes u organismo del Medio Natural correspondiente a su Comunidad Autónoma, el cual le indicará como conseguir dicha autorización
  • No hacerlo en días de viento fuerte y/o de sequía acumulada
  • Vigilar la quema y no irse hasta que esté seguro de que está totalmente apagada, revisando bien los rescoldos
  • Cuidar el uso de maquinaria y equipos en los montes cuyo funcionamiento genere deflagración, chispas o descargas eléctricas
Si vive en una casa de campo o en una urbanización ubicada cerca o en un terreno forestal:
  • Conozca las posibles vías de evacuación existentes hacia un lugar seguro
  • No queme hojas u otros restos sin autorización y siempre evitando los días de calor, viento y/o de sequía acusada
  • Mantenga limpios de hierba o maleza los caminos de acceso a las viviendas, incluyendo las cunetas de los mismos
  • Evite en los jardines o parcelas la acumulación de vegetación seca u otros restos que ayuden a la propagación del incendio, ejecutando las tareas de limpieza correspondientes
  • Mantenga limpios los tejados de materiales combustibles (hojas, ramas, etc) y evite que las ramas dominen las edificaciones o se acerquen a menos de 3 metros de una chimenea. Lo ideal es que alrededor de cada edificio exista una faja de 10 m. de anchura en la que se elimine toda la vegetación inflamable
  • Los tejados y fachadas de las casas deben ser de material resistente al fuego. Las fachadas de madera deben de tener tratamiento ignifugante y las chimeneas de las casas deberían llevar matachispas
  • Es conveniente, y en muchos casos obligatorios, la separación de la urbanización del monte con una faja de 25 m. de anchura, limpia de vegetación. Dicha faja puede llevar un camino o carretera perimetral
  • También es conveniente que se actúe en la zona forestal contigua a la faja de seguridad, con desbroces y poda del arbolado hasta 3 m de altura como mínimo y con anchuras de trabajo también de 25 m
  • Exija a su "Comunidad de Vecinos o Propietarios" la elaboración y mantenimiento de un "Plan de Defensa de Incendios Forestales" para su Urbanización
  • Evite los basureros eventuales e incontrolados

Medidas de AUTOPROTECCIÓN

En épocas de riesgo de incendio, para adentrarse en el monte es necesario conocer bien el terreno, las vías de comunicación y caminos alternativos y procurar caminar siempre por zonas de gran visibilidad.
Si inevitable e inesperadamente se encuentra en las proximidades de un incendio
  • Avise urgentemente al 112 o autoridad más cercana y actúe según las indiquen.
  • Si el fuego es muy pequeño e incipiente, trate de apagarlo usando agua, ramas o tierra sobre la base de las llamas, priorizando siempre su seguridad
  • Si el fuego tiene más entidad, aléjese en dirección opuesta al humo. Respire por la nariz procurando cubrirla con un trapo mojado
  • No busque refugio en vaguadas profundas y huya siempre cuesta abajo, el fuego sube ladera arriba como por una chimenea, o en dirección perpendicular al avance del fuego, por eso. De ninguna manera intente escapar ladera arriba por delante del fuego cuando éste ascienda por ella
  • No intente cruzar las llamas, puede quedar atrapado. Si no hay más salida, cruce donde el frente sea más débil
  • Si el fuego le alcanza, sitúese en la zona ya quemada siempre a espaldas del viento dominante
  • Si se prende la ropa, no corra: échese a rodar sobre el suelo y, si tiene una manta, cúbrase con ella, el fuego se extinguirá por falta de aire
El personal profesional de extinción está altamente cualificado y físicamente preparado.  Así que, si tiene intención de colaborar en las tareas de extinción,
  • Póngase en contacto con los profesionales responsables de la extinción (bomberos, agentes forestales, etc) lo cuales le asignarán las tareas más acordes y siga siempre sus instrucciones
  • Nunca trabaje aisladamente o por su cuenta. Además de ponerse en peligro, podría comprometer las labores y estrategias de extinción
  • No arroje agua a los cables eléctricos
  • Cuando un medio aéreo va a lanzar agua, debe retirarse de su trayectoria, evitando que le alcance la descarga
  • Extreme todos los cuidados. Su vida vale mucho
Si el incendio le sorprende en una casa de campo o en una urbanización:
  • Avise urgentemente al 112 o autoridad más cercana y actúe según las indiquen
  • Facilite las entradas de los medios extinción a su finca
  • Use las mangueras para mojar el tejado y los alrededores
  • Las casas pueden ser refugios bastante seguros. A no ser que existe una orden de evacuación por parte de las autoridades, es recomendable no abandonarlas y esperar al paso del frente en la zona más húmeda y resguardada del posible impacto del frente
  • Entre en el interior de la casa y cierre todas las puertas, ventanas y persianas para evitar posibles corrientes de aire y la entrada de las llamas
  • Tapone las rendijas al exterior con paños mojados con agua
  • Desconecte todos los suministros de gas butano, natural y gasoil
  • En caso de recibir orden de evacuación, póngase a lo dispuesto por la autoridad correspondiente. Ellos conocen las vías seguras de evacuación y el lugar seguro al que dirigirse

Recuerde

  • Las medidas de prevención ayudan a reducir el daño que puede derivarse de los desastres.
  • En caso de emergencia, conocer algunas pautas de autoprotección, ayuda a tomar decisiones que pueden favorecer tanto su seguridad como la de los demás.

01. ¿ Cuál es el origen de un incendio forestal ?

El foco de calor que origina la primera ignición del material vegetal combustible puede tener distintos orígenes:
  • Natural: los rayos o los volcanes.
  • Humano: ya sea por negligencia en el manejo del fuego (quemas agrícolas y ganaderas, escape de vertedero, quema de restos forestales, quemas de basuras, colillas arrojadas por fumadores, fuegos pirotécnicos, apicultura, etc), por causa fortuita (chispas de líneas eléctricas, chispas de frenado de ferrocarril, accidentes de vehículos, etc.) o de carácter intencionado con diversas motivaciones por parte del autor.

02. ¿ Se puede hacer fuego (barbacoa, quemar de rastrojos..) en cualquier época del año? ¿Hay que pedir permiso o avisar a algún organismo?

Cada Comunidad Autónoma establece las restricciones y el periodo de aplicación de las mismas así como otorga los permisos necesarios para realizar quemas en las épocas establecidas.
Así hay CCAA que prohíben, durante todas las épocas del año, encender fuego para cualquier uso distinto de la preparación de alimentos en los lugares expresamente acondicionados al efecto, con la excepción del empleo del fuego en actividades agrarias. Y en las épocas de mayor riesgo de incendios, prohiben encender fuego para la preparación de alimentos o para cualquier otra finalidad.
Por eso hay que consultar, según la Comunidad Autónoma, con los respectivos organismos:







03. ¿Qué son los Planes de Autoprotección y quién debe elaborarlos?

Los Planes de Autoprotección de Empresas, núcleos de población aislada, urbanizaciones, campings, etc, que se encuentren ubicados en zonas de riesgo, así como de asociaciones o Empresas con fines de explotación forestal, establecen las actuaciones a desarrollar con los medios propios de que dispongan, para los casos de emergencia por incendios forestales que puedan afectarles.
Estos planes tienen las siguientes funciones básicas:
  • Complementar las labores de vigilancia y detección previstas en los Planes de ámbito superior.
  • Organizar los medios humanos y materiales disponibles, para la actuación en emergencias por incendios forestales hasta la llegada e intervención de los Servicios Operativos previstos en los planes de ámbito superior.
  • Preparar la intervención de medios ajenos en caso de emergencia
  • Garantizar seguridad, y la eficaz evacuación del personal que puedan verse amenazadas por el fuego.
Los Planes de Autoprotección han de ser elaborados por las urbanizaciones, núcleos de población, campings y otras instalaciones ubicadas en zonas de peligro (que, a su vez, son determinadas por las CCAA). La aprobación de dichos Planes la realizan los Ayuntamientos que los han de incorporar, como anexo, a su Plan Local de Emergencia.

04. ¿Qué pasa cuando un fuego se extiende por varias provincias o CCAA? ¿Se activa un protocolo especial?

Según el Plan Estatal de Protección Civil para Emergencia por Incendios Forestales, cuando la situación de emergencia afecte a varias provincias de una Comunidad Autónoma, bien porque un incendio se desarrolle entre dos provincias o porque haya incendios simultáneos en diferentes provincias, deberá constituirse un Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI) de carácter autonómico desde el que se gestionará el apoyo a las actuaciones llevadas a cabo en las provincias afectadas.
Cuando un incendio afectara a territorio de diferentes Comunidades Autónomas, es preciso establecer ciertas normas organizativas que permitan una eficaz gestión y coordinación de los medios. Además, se deberá designar un Mando Único Integrado del incendio, que será el órgano Director de Extinción sobre el terreno.

05. ¿Y si hay que pedir medios extranjeros para la extinción?

La petición de ayuda internacional, cuando resulten claramente insuficientes las posibilidades de incorporación de medios estatales, se efectuará y gestionará por la Dirección General de Protección Civil, a requerimiento del Subdelegado de Gobierno de la provincia afectada por el incendio, o del Delegado del Gobierno en la Comunidad Autónoma correspondiente si la emergencia afecta a varias provincias, y previa solicitud del órgano competente de la Comunidad Autónoma.
España cuenta con convenios de ayuda bilateral en materia de Protección Civil con Francia, Portugal y Marruecos, así como está integrada en el sistema de petición/cesión de medios de la Protección Civil Europea.
La Dirección General de Protección Civil y Emergencias recomienda a los ciudadanos que se protejan y extremen las precauciones ante los riesgos derivados de temperaturas extremas por calor, con especial atención a los colectivos más vulnerables. Aconseja estar informado a través de los medios de comunicación y seguir las recomendaciones:
En general, las medidas de prevención a adoptar son:
  • Limite su exposición al sol, permanezca en lugares protegidos del sol el mayor tiempo posible y manténgalos bien ventilados.
  • Tenga en cuenta que, al entrar o salir de lugares climatizados, se producen cambios bruscos de temperatura que pueden afectarle.
  • Tome comidas ligeras y regulares, bebidas y alimentos ricos en agua y sales minerales, como las frutas y hortalizas, que le ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor.
  • Vístase con ropa adecuada de colores claros, cubriendo la mayor parte del cuerpo, especialmente, la cabeza.
  • Evite ejercicios físicos prolongados en las horas centrales del día.
  • Interésese por personas mayores y enfermas próximas, que vivan solas o aisladas.
  • Nunca deje a niños ni personas mayores en el interior de un vehículo cerrado.
Adoptar determinadas pautas de comportamiento sirve tanto para protegernos a nosotros mismos, como para preservar los recursos hídricos y evitar incendios forestales, cuya declaración y propagación se ve favorecida por las altas temperaturas.

Recuerde

  • La prevención favorece su seguridad y conocer algunas pautas de conducta para la autoprotección ayuda a tomar las decisiones adecuadas.
  • Siga las recomendaciones específicas sobre sequía, ante una situación de escasez de agua, así como las correspondientes a la prevención de incendios forestales.
Puede encontrar más información referida a la prevención del exceso de temperaturas sobre la salud en:
Protección Civil, en colaboración con la Agencia Estatal de Meteorología, se encarga de informar a los ciudadanos, a través de los medios de comunicación, de aquellos fenómenos meteorológicos que pueden dar lugar a situaciones de riesgo.
Ante estas situaciones, es muy importante permanecer atento a las informaciones oficiales transmitidas a través de las emisoras de radio y de otros medios, y seguir las indicaciones que den las autoridades locales y los órganos competentes de las Comunidades Autónomas.

Si se encuentra en zonas marítimas

  • Aléjese de los malecones, playas, espigones y de otros lugares próximos a la línea de costa, que puedan ser afectados por las elevadas mareas y oleajes que suelen generarse ante la intensidad de vientos fuertes.
  • Evite estacionar los vehículos en zonas que puedan verse afectadas por el oleaje.
  • En estas situaciones, el mar adquiere condiciones extraordinarias y puede arrastrarle si se encuentra en lugares próximos.
  • No arriesgue su vida por intentar captar una imagen espectacular.
  • Evite salir a navegar y vigile los amarres de las embarcaciones.

Recuerde

  • La prevención favorece su seguridad y conocer algunas pautas de conducta para la autoprotección ayuda a tomar las decisiones adecuadas.
     Protección Civil, en colaboración con la Agencia Estatal de Meteorología, se encarga de informar a los ciudadanos, a través de los medios de comunicación, de aquellos fenómenos meteorológicos que pueden dar lugar a situaciones de riesgo.
    La Dirección General de Protección Civil y Emergencias recomienda a los ciudadanos que se protejan y extremen las precauciones ante los riesgos derivados de temperaturas extremas por frío, con especial atención a los colectivos más vulnerables. Aconseja estar informado a través de los medios de comunicación y seguir las recomendaciones.
    En general, las medidas de protección a adoptar ante un temporal de nieve y frío son:

    Si se va a viajar

    • Solicitar información previa del estado de las carreteras y de la situación meteorológica.
    • Evitar el viaje en coche siempre que no sea necesario y utilizar, a ser posible, transporte público.
    • En caso de ser imprescindible la utilización del vehículo, revisar neumáticos, anticongelante y frenos. Además, hay que tener la precaución de llenar el depósito de la gasolina, y llevar cadenas y elementos de abrigo.
    • Así mismo, es recomendable llevar un teléfono móvil y dispositivo de alimentación del mismo.
    • Ir muy atento para tener especial cuidado con las placas de hielo. Es difícil determinar en qué lugar del trayecto pueden haberse formado, aunque generalmente las zonas de umbría son las más habituales.
       

    Si queda atrapado por la nieve

    • Debe permanecer en el coche, si el temporal le sorprende dentro del mismo.
    • Asimismo, es conveniente mantener el motor del vehículo encendido y la calefacción puesta, cuidando renovar cada cierto tiempo el aire. Es muy importante evitar quedarse dormido.
    • Comprobar que se mantiene libre, en todo momento, la salida del tubo de escape para que el humo no penetre en el coche.
    • Si es posible, intente sintonizar las emisoras de radio, que seguramente le informarán de las predicciones meteorológicas, las informaciones oficiales sobre el estado de la situación y las indicaciones que se dén al respecto.

    Precauciones en la montaña

    • Si se van a realizar excursiones a la montaña, es conveniente adoptar una serie de precauciones, tales como: Informarse de la predicción meteorológica de la zona a la que piensa dirigirse e ir adecuadamente equipado.
    • Elegir la zona adecuada, en función de la preparación física y del conocimiento que se tenga de la montaña.
    • Informarse de la localización de los refugios o cabañas donde resguardarse en caso de descenso brusco de temperaturas, tormentas u otras condiciones meteorológicas adversas y llevar teléfono móvil.
    • Prestar atención y respetar las indicaciones de los carteles y otras señalizaciones sobre riesgos de la montaña.
    • Tener en cuenta que los cambios bruscos de tiempo pueden ser frecuentes en la montaña.

    RECUERDE

    • Las medidas de prevención ayudan a reducir el daño que puede derivarse de los desastres.
    • En caso de emergencia, conocer algunas pautas de autoprotección, ayuda a tomar decisiones que pueden favorecer tanto su seguridad como la de los demás.
Protección Civil, en colaboración con la Agencia Estatal de Meteorología, se encarga de informar a los ciudadanos, a través de los medios de comunicación, de aquellos fenómenos meteorológicos que pueden dar lugar a situaciones de riesgo.
Ante estas situaciones, es muy importante permanecer atento a las informaciones oficiales transmitidas a través de las emisoras de radio y de otros medios, y seguir las indicaciones que se den.
Ante posibles emergencias originadas por lluvias intensas, conviene adoptar una serie de medidas previas que ayuden a evitar o, al menos, mitigar los efectos de las mismas.
En general, las medidas de prevención que debe adoptar son:

En su vivienda

  • Retirar del exterior de la vivienda, aquellos objetos que puedan ser arrastrados por el agua.
  • Revisar, cada cierto tiempo, el estado del tejado, el de las bajadas de agua de edificios y de los desagües próximos.
  • Colocar los documentos importantes y, sobre todo, los productos peligrosos, en aquellos lugares de la casa en los que la posibilidad de que se deterioren por la humedad o se derramen, sea menor.

En el exterior

  • No estacionar vehículos ni acampar en cauces secos, ni a la orilla de ríos, para evitar ser sorprendido por una súbita crecida de agua o por una riada.
  • Si tiene que viajar, procure circular, preferentemente, por carreteras principales y autopistas.
  • No circular con su vehículo por zonas de vaguada que puedan verse afectadas por una riada y no atravesar los tramos que estén inundados, la fuerza del agua puede arrastrar y hacer flotar el vehículo.
  • Si se encuentra en el campo, hay que alejarse de los ríos, torrentes y zonas bajas de laderas y colinas, para evitar ser sorprendido por una súbita crecida de agua o por una riada.
También se deben tener en cuenta otra serie de medidas como son:
  • Mantenerse permanentemente informado a través de la radio y de otros medios de comunicación, de las predicciones meteorológicas y del estado de las carreteras, además de la situación general de lo que esté sucediendo.

RECUERDE

  • Las medidas de prevención ayudan a reducir el daño que puede derivarse de los desastres.
  • En caso de emergencia, conocer algunas pautas de autoprotección, ayuda a tomar decisiones que pueden favorecer tanto su seguridad como la de los demás.
Protección Civil, en colaboración con la Agencia Estatal de Meteorología, se encarga de informar a los ciudadanos, a través de los medios de comunicación, de aquellos fenómenos meteorológicos que pueden dar lugar a situaciones de riesgo.
Ante estas situaciones, es muy importante permanecer atento a las informaciones oficiales transmitidas a través de las emisoras de radio y de otros medios, y seguir las indicaciones que se den.
En general, las medidas de protección a adoptar ante un temporal de nieve y frío son:

Si se va a viajar

  • Infórmese previamente del estado de las carreteras y de la situación meteorológica.
  • Evite viajar en coche siempre que no sea necesario y utilizar, a ser posible, transporte público.
  • En caso de ser imprescindible la utilización del vehículo, revise neumáticos, anticongelante y frenos. Además, hay que tener la precaución de llenar el depósito de la gasolina, y llevar cadenas y elementos de abrigo.
  • Así mismo, es recomendable llevar un teléfono móvil y dispositivo de alimentación del mismo.
  • Ir muy atento para tener especial cuidado con las placas de hielo. Es difícil determinar en qué lugar del trayecto pueden haberse formado, aunque generalmente las zonas de umbría son las más habituales.

Si queda atrapado por la nieve

  • Debe permanecer en el coche, si el temporal le sorprende dentro del mismo.
  • Asimismo, es conveniente mantener el motor del vehículo encendido y la calefacción puesta, cuidando renovar cada cierto tiempo el aire. Es muy importante evitar quedarse dormido.
  • Comprobar que se mantiene libre, en todo momento, la salida del tubo de escape para que el humo no penetre en el coche.
  • Si es posible, intente sintonizar las emisoras de radio, que seguramente le informarán de las predicciones meteorológicas, las informaciones oficiales sobre el estado de la situación y las indicaciones que se dén al respecto.

Precauciones en la montaña

  • Si se van a realizar excursiones a la montaña, es conveniente adoptar una serie de precauciones, tales como:
  • Informarse de la predicción meteorológica de la zona a la que piensa ir.
  • Elegir la zona adecuada, en función de la preparación física y del conocimiento que se tenga de la montaña.
  • Informarse de la localización de los refugios o cabañas donde resguardarse en caso de descenso brusco de temperaturas, tormentas u otras condiciones meteorológicas adversas y llevar teléfono móvil con la carga completa.
  • Prestar atención y respetar las indicaciones de los carteles y otras señalizaciones sobre riesgos de la montaña.
  • Tener en cuenta que los cambios bruscos de tiempo pueden ser frecuentes en la montaña.

RECUERDE

  • Las medidas de prevención ayudan a reducir el daño que puede derivarse de los desastres.
  • En caso de emergencia, conocer algunas pautas de autoprotección, ayuda a tomar decisiones que pueden favorecer tanto su seguridad como la de los demás.
Los rayos matan a varios miles de personas al año en todo el mundo y otros muchos sufren graves efectos secundarios.
Protección Civil, en colaboración con la Agencia Estatal de Meteorología, se encarga de informar a los ciudadanos, a través de los medios de comunicación, de aquellos fenómenos meteorológicos que pueden dar lugar a situaciones de riesgo.
Ante estas situaciones, es muy importante permanecer atento a las informaciones oficiales transmitidas a través de las emisoras de radio y de otros medios, y seguir las indicaciones que se den.
En general, las medidas de protección a adoptar son:

Tormentas en el campo

Ante una situación de riesgo provocada por una tormenta en el campo, es recomendable:
  • Buscar un lugar donde cobijarse, como un coche o un edificio, evitando permanecer al aire libre, sobre todo en praderas y lugares muy abiertos.
  • Si está lejos de un refugio adecuado, manténgase alejado de las masas de agua y de los objetos altos. Encuentre un lugar bajo o una depresión del terreno pero no se tumbe en el suelo.
  • Evitar permanecer en lo alto de las colinas y no refugiarse debajo de árboles, en particular si están aislados o de los más altos.
  • Alejarse de alambradas, verjas, vías del tren y otros objetos metálicos, al igual que de zonas ricas en mineral de hierro.
  • Si va conduciendo y se ve sorprendido por una tormenta, recuerde que un vehículo cerrado puede ser un buen refugio. En todo caso, disminuya la velocidad, extreme las precauciones y no se detenga en zonas donde pueda discurrir gran cantidad de agua.

Tormentas en la ciudad

  • El peligro de las tormentas para las personas se produce, fundamentalmente, en campo abierto. No obstante, dentro de los núcleos urbanos también hay peligro de rayos. Por tanto, conviene tener presente que:
  • En la calle, el abrigo de los edificios protege del riesgo de las descargas.
  • Dentro de casa, hay que cuidar que no se produzcan corrientes de aire, pues éstas atraen los rayos. De ahí la recomendación de cerrar puertas y ventanas en caso de tormenta. Igualmente, se debe evitar tomar un baño o ducha, ya que el agua es una buena conductora en caso de tormenta eléctrica.
  • También conviene proteger los electrodomésticos, ordenadores, etc.  desenchufándolos para evitar que sean dañados por una subida de tensión o que ocasionen descargas eléctricas.

Trombas de agua

  • Si le sorprende una tormenta y empieza a llover de manera torrencial, piense que el riesgo de inundación existe y, por tanto, es recomendable tomar determinadas precauciones.
  • En caso de que el aguacero le sorprenda conduciendo en la carretera, no atraviese con su vehículo los tramos que estén inundados. La fuerza del agua puede arrastrarle al hacer flotar el vehículo.
  • También es importante localizar los puntos más altos de la zona donde se encuentre, ya que puede necesitar dirigirse a ellos en caso de posible inundación.
  • Si es posible, intente sintonizar las emisoras de radio locales, que seguramente le informarán de las predicciones meteorológicas para la zona en que se encuentre.

RECUERDE

  • Las medidas de prevención ayudan a reducir el daño que puede derivarse de los desastres.
  • En caso de emergencia, conocer algunas pautas de autoprotección, ayuda a tomar decisiones que pueden favorecer tanto su seguridad como la de los demás.
Protección Civil, en colaboración con la Agencia Estatal de Meteorología, se encarga de informar a los ciudadanos, a través de los medios de comunicación, de aquellos fenómenos meteorológicos que pueden dar lugar a situaciones de riesgo.
Ante estas situaciones, es muy importante permanecer atento a las informaciones oficiales transmitidas a través de las emisoras de radio y de otros medios, y seguir las indicaciones que se den. 
En general, las medidas de protección a adoptar ante vientos de gran intensidad son:
  • Informarse de las condiciones meteorológicas previstas y estar atento a las indicaciones que se vayan dando.

Si se encuentra en su vivienda

  • Cerrar y asegurar puertas, ventanas o toldos.
  • Retirar macetas y todos aquellos objetos que puedan caer a la calle y provocar un accidente.

Si se encuentra en la calle o en el campo

  • En la ciudad, es conveniente alejarse de cornisas, muros o árboles, que puedan llegar a desprenderse y tomar precauciones delante de edificaciones en construcción o en mal estado.
  • Estar atento del mobiliario urbano, grúas y cualquier otro elemento que pueda caer o ser arrastrado por el viento.
  • Abstenerse de subir a lugares altos y expuestos al viento, como andamios u otras construcciones sin las adecuadas medidas de protección.
  • En la montaña, extreme las precauciones y no se acerque ni pasee por los acantilados.
  • Tenga en cuenta que el viento puede favorecer la acumulación de nieve, con el consiguiente aumento del peligro de aludes.

Si va a viajar

  • Ante la predicción de fuertes vientos hay que procurar evitar los desplazamientos por carretera y si es necesario hacerlos, extremar las precauciones por la posible presencia de obstáculos en la vía.
  • Modere la velocidad y mantenga la trayectoria del vehículo, es importante sujetar el volante con firmeza.
  • Sea prudente en los adelantamientos y mantener las distancias laterales adecuadas con los otros vehículos.
  • Si conduce vehículos de grandes dimensiones o con remolque, extremar las precauciones ya que tiene más riesgo de salirse de la vía o volcar.
  • En todo caso, infórmese de las condiciones meteorológicas de la zona a la que se dirige y del estado de las carreteras.

Si se encuentra en zonas marítimas

  • Alejarse de la playa, paseos marítimos, espigones y de otros lugares bajos que puedan ser afectados por las elevadas mareas y oleajes que suelen generarse ante la intensidad de vientos fuertes.
  • No salga a navegar y vigile los amarres de las embarcaciones.
  • En estas situaciones, el mar adquiere condiciones extraordinarias y puede arrastrarle si se encuentra en zonas próximas.

RECUERDE

  • Las medidas de prevención ayudan a reducir el daño que puede derivarse de los desastres.
  • En caso de emergencia, conocer algunas pautas de autoprotección, ayuda a tomar decisiones que pueden favorecer tanto su seguridad como la de los demás.

Antes de realizar la salida a la montaña en zona de riesgos de aludes debe:

  • Consultar la predicción meteorológica y el boletín de peligro de aludes. No inicie la salida si el índice de peligro es superior a 3 en la escala europea.
  • Adapte el recorrido a la situación de peligro prevista.
  • En caso de nevadas intensas, superiores a los 40-50 centímetros en 24 horas, se recomienda no salir a la montaña.
  • Consulte las guías de itinerarios existentes y consulte a personas que conozcan la zona (guardas de refugio,…)
  • La excursión se debe adaptar a las dimensiones y características del grupo y al material que se dispone.
  • Debe informar del lugar y ruta al que prevea realizar el itinerario e ir acompañado/a.
  • Debe llevar siempre el material básico de seguridad: detector de víctima de aludes (DVA o ARVA), bastones sonda y pala.
  • Compruebe, antes de salir, que los ARVA funcionen y al salir póngalos en emisión aunque parezca que no haya peligro.
  • Realice una buena planificación de la excursión: prever el itinerario, los horarios, el material necesario, la alimentación y tenga contemplados los contratiempos posibles.
  • Tenga en cuenta que en primavera, o con temperaturas altas, es necesario haber finalizado la actividad antes de las horas de más calor, que es cuando se producen los aludes de nieve húmeda.
  • Se recomienda llevar un mínimo material y equipamiento para la montaña.

Una vez en el campo se ha de observar:

  • El estado de la nieve. En caso de nevadas recientes, se tiene que saber que con 30-40 cm de nieve el peligro de aludes se localiza en las pendientes más inclinadas, y que con 50-60 cm el peligro es generalizado y se recomienda no salir a la montaña. De todas formas, factores como el viento, la temperatura del aire y la superficie de la nieve vieja pueden hacer que con 10-20 cm de nieve reciente una situación sea crítica.
  • La observación de caídas espontáneas de aludes durante la excursión es una importante señal de alarma que no se puede despreciar.
  • En situaciones de calor, hace falta controlar el espesor de capa superficial de nieve húmeda. Cuanto más húmeda sea la nieve, más probables son los aludes de fusión. Clavando el bastón podremos medir el espesor de la nieve húmeda con baja cohesión.
  • Las características del terreno:
La pendiente. La gran mayoría de aludes se producen entre los 30 y 45 grados de inclinación, por lo tanto se debe conocer el valor aproximado de la pendiente donde estamos.
La orientación de la vertiente. Atención con las vertientes situadas a sotavento porque son las zonas donde encontraremos las placas de viento. En caso de calor se deberá evitar las vertientes sur, es donde se producirán con más probabilidad loa aludes de fusión.
El relieve: Atención a las palas regulares y zonas convexas. Un terreno ondulado evita la formación de grandes aludes.
La vegetación: Mientras que un bosque denso es una zona segura, en un bosque calvo se pueden producir aludes.
  • La observación del tiempo. El tiempo atmosférico puede modificar rápidamente la situación.

Durante el recorrido:

  • Circule siempre por zonas seguras:
Dorsales y cornisas, a fin de evitar aludes procedentes de zonas superiores.
Zonas ventosas (situadas a barlovento), ya que siempre habrá menos nieve.
Zonas de relieve ondulado antes que por zonas de gran pendiente.
El bosque proporciona anclajes al manto. Es preferible un bosque denso antes que un bosque claro.
  • Evite las zonas potencialmente peligrosas:
Pendientes más verticales de las vertientes y zonas convexas, donde la tensión dentro del manto nivoso es mayor.
Vertientes de sotavento, a menudo indicadas por la presencia de cornisas (posibles placas de viento).
  • En caso de señales de alarma:
Respeten una distancia de seguridad (como mínimo 10m en el ascenso).
En caso de subir o bajar háganlo por la línea de máxima pendiente.
En el descenso eviten caídas.
Antes de cruzar una vertiente sospechosa busque una ruta alternativa. En caso de no ser posible hágalo por la zona más alta posible de uno en uno, mientras el grupo espera en el lugar más seguro. Tápese la nariz y la boca con un pañuelo.

Si es atrapado por un alud

  • Mantenga la calma e intente huir por el lateral más próximo en dirección diagonal y descendente.
  • Cierre la boca para que no se llene de nieve.
  • Agárrese a cualquier roca o árbol para no ser arrastrado.
  • Libérese de esquís, planchas o raquetas para evitar quedarse atrapado/a.
  • Si no encuentra agarradero, luche para permanecer a flote en el alud mediante movimientos natatorios contra la oleada y al mismo tiempo protegerse la cabeza de las rocas.
  • Si permanece sepultado, es importantísimo adoptar forma de bola y tratar de salir antes de que el alud se modere, antes que se detenga en el valle, porque se endurecerá en pocos minutos.
  • Para respirar aire, desplace la nieve con los brazos y con las rodillas e intente hacer una cámara respiratoria.
  • Antes de moverse se debe saber en qué posición se encuentra: haga gotear la saliva de los labios: Si va hacia la nariz es que se está boca abajo.
  • Si no puede salir, no haga esfuerzos inútiles, muévase lo menos posible, respire lentamente y atienda la ayuda.

Búsqueda de una víctima

Inmediatamente los compañeros tendrán que encontrar la víctima lo más rápido posible. Se pondrán todos los ARVA en recepción y, mientras un miembro del grupo dirige la operación desde fuera y vigila que no caigan más aludes, los restantes empezarán la búsqueda a partir del punto de desaparición de la víctima, observando a la vez posibles indicios superficiales.
No se puede perder tiempo yendo a buscar ayuda hasta que hayamos localizado a la víctima.
Es muy importante practicar el rescate con ARVA; si hay un accidente no se puede improvisar. 
Por lo general, los movimientos de ladera y las subsidencias y hundimientos se pueden prevenir, lo que unido al hecho de que los costes de los trabajos de prevención generalmente son menores que los de corrección una vez que los procesos se han desencadenado, hace que muchas veces los daños económicos y sociales causados tengan que ver con actuaciones negligentes y la falta de conocimiento de los procesos que afectan al medio geológico y sus interacciones con las obras y actividades humanas.
La prevención de los riesgos geológicos consiste en prever o conocer con anticipación la ocurrencia de un fenómeno, en tiempo y/o lugar, para evitar el proceso, controlar o "frenar" dicho proceso y avisar, prepararse o protegerse de él.
La prevención se basa en la identificación y estudio de los procesos y de los factores que los controlan, lo que permite la realización de mapas previsores para su aplicación a labores de ordenación y uso del territorio. La mitigación de los riesgos puede llevarse a cabo mediante medidas pasivas (restricciones de uso, desarrollo de sistemas de control de movimientos, etc.) o de otro tipo.

Mapas de peligrosidad y riesgo

Los mapas de susceptibilidad y de peligrosidad de movimientos del terreno tienen por finalidad asegurar el correcto uso del territorio y prevenir los riesgos. Éstos pueden incluir:
  • localización de los procesos y de las zonas afectadas (densidad, distribución y grado de actividad de los procesos)
  • representación de los factores que los condicionan
  • representación de las zonas susceptibles
  • zonificación de la peligrosidad.
Los mapas constituyen el método más efectivo de presentar la información referente a la peligrosidad y riesgo de una zona o región.
Los mapas inventario incluyen la localización espacial de los procesos y/o de las zonas afectadas, así como las características de los mismos.
Los mapas de susceptibilidad incluyen las zonas que pueden ser afectadas en un futuro por los procesos.
Las cartografías de peligrosidad representan la posibilidad o probabilidad de ocurrencia de los procesos en un área determinada y para un periodo de tiempo dado, zonificando el territorio en diferentes grados.
La diferencia fundamental de los mapas de hundimientos y subsidencias con respecto a los de movimientos de ladera es que tanto los factores condicionantes como los desencadenantes son más restringidos. En la cartografía de hundimientos y subsidencias, se pueden diferenciar dos casos:
  • zonas donde la ocurrencia de los procesos depende de la presencia de determinadas litologías susceptibles, como zonas kársticas o suelos blandos (sean cuales sean los factores desencadenantes, naturales o antrópicos)
  • zonas donde las actuaciones antrópicas (generalmente excavaciones) pueden desencadenar procesos en materiales no susceptibles a priori.
     

    Consecuencias anímicas

    Tras la experiencia de un terremoto, se pueden generar reacciones diversas de ansiedad y es normal, por tanto, que en las semanas siguientes, muchas personas demanden o necesiten un apoyo psicológico para reducir el estrés emocional. En cuanto a los niños si en su localidad ha habido algún movimiento sísmico y su hijo muestra signos de preocupación (como falta de apetito, insomnio, miedo a los cambios de tiempo, temor a quedarse sólo, a que se repita el terremoto) escúchele, tranquilícele, y en caso de que persista el malestar, busque el apoyo de un profesional.

    Medidas de prevención ante el riesgo de terremotos

    Si se vive en una zona de riesgo de sufrir un terremoto, conviene adoptar una serie de medidas preventivas, tales como:
    En relación a la estructura del edificio
    • Revisar, controlar y reforzar el estado de aquellas partes de las edificaciones que primero se pueden desprender, como chimeneas, aleros o balcones.
    • Revisar, asimismo, aquellas instalaciones que pueden romperse: tendido eléctrico, conducciones de agua, gas y saneamientos.
    En relación al interior de la vivienda
    • Extremar las precauciones en cuanto a la colocación y sujeción de algunos objetos que pueden caerse, en especial los pesados y los que pueden romperse como lámparas, espejos, botellas, etc.
    • Tener un especial cuidado con la ubicación de los productos tóxicos o inflamables, a fin de evitar que se produzcan fugas o derrames.

    Medidas de autoprotección a adoptar durante un terremoto

    Si se produce un terremoto de una cierta intensidad, intente concentrar la atención en evitar riesgos y tenga en cuenta las siguientes recomendaciones:
    Si está en el interior de un edificio es importante
    • Buscar refugio debajo de los dinteles de las puertas o de algún mueble sólido, como mesas o escritorios, o bien, junto a un pilar o pared maestra.
    • Mantenerse alejado de ventanas, cristaleras, vitrinas, tabiques y objetos que pueden caerse y llegar a golpearle.
    • No utilizar el ascensor, ya que los efectos del terremoto podrían provocar su desplome o quedar atrapado en su interior.
    • Utilizar linternas para el alumbrado y evitar el uso de velas, cerillas, o cualquier tipo de llama durante o inmediatamente después del temblor, que puedan provocar una explosión o incendio.
    Si la sacudida le sorprende en el exterior es conveniente
    • Ir hacia un área abierta, alejándose de los edificios dañados. después de un gran terremoto, siguen otros más pequeños denominados réplicas que pueden ser lo suficientemente fuertes como para causar destrozos adicionales.
    • Procurar no acercarse ni penetrar en edificios dañados. El peligro mayor por caída de escombros, revestimientos, cristales, etc., está en la vertical de las fachadas.
    • Si se está circulando en coche, es aconsejable permanecer dentro del vehículo, así como tener la precaución de alejarse de puentes, postes eléctricos, edificios degradados o zonas de desprendimientos.
    Intente responder a las llamadas de ayuda y colaborar con los Servicios intervinientes, pero no acuda a las zonas afectadas sin que lo soliciten las autoridades. Es importante evitar curiosear por las zonas siniestradas; esto es peligroso y además dificultará las labores de rehabilitación.

    RECUERDE

    Las medidas de prevención ayudan a reducir el daño que puede derivarse de los desastres.
    En caso de emergencia, conocer algunas pautas de autoprotección, ayuda a tomar decisiones que pueden favorecer tanto su seguridad como la de los demás.
La palabra "tsunamis" pertenece al idioma japonés y significa "grandes olas en los puertos", señala el fenómeno de las grandes olas que normalmente se propagan por el océano, producido por fenómenos sísmicos. En España, se utiliza la palabra procedente del latín "maremoto", aunque durante un tiempo estuvo algo en desuso vuelve a estar en el vocabulario científico.
Históricamente, el mayor tsunami del que se tiene noticias es el provocado por la erupción del volcán Krakatua, en el que la ola producida alcanzó una altura media de 42 metros.
Las recomendaciones siguientes pretenden disminuir los daños que este fenómeno natural pueda causar:
  • Si vive en la costa y siente un terremoto lo suficientemente fuerte para agrietar muros, es posible que dentro de los veinte minutos siguientes pueda producirse un maremoto o tsunami.
  • Si es alertado de la proximidad de un maremoto o tsunami, sitúese en una zona alta de al menos 30 metros sobre el nivel del mar en terreno natural.
  • La mitad de los maremotos se presentan, primero, como un recogimiento del mar que deja en seco grandes extensiones del fondo marino. Corra, no se detenga, aléjese a una zona elevada, el maremoto llegará con una velocidad de más de 100 Km/h.
  • Si Usted se encuentra en una embarcación, diríjase rápidamente mar adentro. Un maremoto es destructivo sólo cerca de la costa. De hecho a unos 5.600 metros de la costa y sobre una profundidad mayor a 150 metros usted puede considerarse seguro.
  • Tenga siempre presente que un maremoto puede penetrar por ríos, ramblas o marismas, varios kilómetros tierra adentro, por lo tanto hay alejarse de éstos.
  • Un maremoto puede producir diez o más olas destructivas en 12 horas; procure tener a mano ropa de abrigo, especialmente para los niños.
  • Tenga instruida a su familia sobre la ruta de huida y lugar de reunión posterior.
  • Procure tener aparato de radio portátil, que le permita estar informado, y pilas secas de repuesto.

RECUERDE

  • Las emisoras de radio y televisión le facilitan información del Instituto Geográfico Nacional - IGN y de Protección Civil. Présteles atención.
  • No propague rumores o informaciones exageradas sobre la situación

Antes de una erupción

  • Conocer el territorio y los peligros volcánicos a los que se está expuesto.
  • Conocer el plan de emergencia establecido por las autoridades, especialmente los rutas de evacuación y los puntos de reunión convenidos.
  • Tener un plan de emergencia familiar.
  • Tener preparados los siguientes objetos: botiquín de primeros auxilios, linterna, radios a pilas, pilas, extintor, listado con teléfonos de emergencia.
  • Estar atento al nivel declarado de la actividad volcánica (semáforo verde, amarillo o rojo).

Durante una erupción

  • No se deje llevar por el pánico y manténgase atento a las instrucciones que dicten las autoridades a través de la radio y la televisión.
  • No utilice el teléfono.
  • Aunque la erupción se desarrolle tranquilamente, no se acerque al volcán. El viento puede arrastrar escorias calientes y existe la posibilidad de que se arrojen súbitamente productos sólidos.
  • Evite las hondonadas, donde pueden acumularse gases nocivos, incluso después de finalizada la erupción.
  • Si es sorprendido por una nube de gases, protéjase con una tela humedecida en agua o, mejor, en una débil solución de amoníaco o vinagre.
  • Respete las normas de prohibición de acceso a los sectores declarados peligrosos.
  • Utilice las vías de comunicación fijadas por las autoridades.
  • No preste atención a rumores alarmistas ni los difunda.
  • Si las autoridades deciden establecer la evacuación, prepare rápidamente el equipaje familiar, que puede consistir en ropa de abrigo, documentación y medicamentos personales, alimentos no perecederos para tres días, una radio de transistores y una linterna, limitando el equipaje a lo que pueda transportar a mano cada persona con facilidad de movimientos. Esté atento a las instrucciones, prestando especial atención al lugar de concentración y hora.
  • Si procede a la evacuación en coche, recuerde: las cenizas pueden tornar resbaladizas las carreteras, aún cuando no se bloqueen. Evite las rutas que discurren por los valles ya que podrían constituir un camino para la lava.
  • Mientras permanezca en zonas próximas al volcán protéjase con los cascos duros del tipo utilizado por los trabajadores de la construcción, motociclistas o jinetes.
  • En zonas más alejadas, deberá protegerse de los efectos de las cenizas y de cualquier lluvia que le acompañe. Use gafas protectoras (gafas de esquiador o una mascarilla respiratoria que cubra los ojos, NO gafas de sol). Use un paño mojado que cubra la nariz y la boca, o máscaras industriales antipolvo si dispone de ellas. Al legar al refugio, quítese la ropa, lave completamente la piel que ha estado expuesta y los ojos con agua limpia.
Protección Civil, en colaboración con el Agencia Estatal de Meteorología, se encarga de informar a los ciudadanos, a través de los medios de comunicación, de aquellos fenómenos meteorológicos que pueden dar lugar a situaciones de riesgo.
Ante estas situaciones, es muy importante permanecer atento a las informaciones oficiales transmitidas a traves de las emisoras de radio y de otros medios, y seguir las indicaciones que se den.
Ante posibles emergencias originadas por lluvias intensas, conviene adoptar una serie de medidas previas que ayuden a evitar o, al menos, mitigar los efectos de las mismas.
Entre las medidas que debe adoptar en su vivienda, conviene tener en cuenta, sobre todo si se vive en áreas de riesgo de inundación, la precaución de
  • Retirar del exterior de la vivienda, aquellos objetos que puedan ser arrastrados por el agua.
  • Revisar, cada cierto tiempo, el estado del tejado, el de las bajadas de agua de edificios y de los desagües próximos.
  • Colocar los documentos importantes y, sobre todo, los productos peligrosos, en aquellos lugares de la casa en los que el riesgo de que se deterioren por la humedad o se derramen, sea menor.
  • No estacionar vehículos ni acampar en cauces secos, ni a la orilla de ríos, para evitar ser sorprendido por una súbita crecida de agua o por una riada.

Medidas de autoprotección a adoptar en caso de emergencia por lluvias intensas


Ante situaciones de emergencia originadas por lluvias intensas, es muy importante:
  • Mantenerse permanentemente informado a través de la radio y de otros medios de comunicación, de las predicciones meteorológicas y el estado de la situación.
  • Si llegara a inundarse la vivienda, es fundamental abandonar cuanto antes los sótanos y plantas bajas y desconectar la energía eléctrica utilizando, preferentemente, linternas para el alumbrado.
  • Si tiene que viajar, procure circular, preferentemente, por carreteras principales y autopistas.
  • Si se encuentra en el campo, hay que alejarse de los ríos, torrentes y zonas bajas de laderas y colinas, evitando, a su vez, atravesar vados inundados.
  • Por el contrario, debe dirigirse a los puntos más altos de la zona.
  • Mantenerse permanentemente informado a través de la radio y otros medios de comunicación, de las predicciones meteorológicas y el estado de la situación.

RECUERDE


Las medidas de prevención ayudan a reducir el daño que puede derivarse de los desastres.
En caso de emergencia, conocer algunas pautas de autoprotección, ayuda a tomar decisiones que pueden favorecer tanto su seguridad como la de los demás.

Consejos útiles en situaciones de sequía

  • Revise el estado de las tuberías, para evitar las pérdidas por averías.
  • Cierre ligeramente las llaves de paso de su vivienda para disminuir el caudal que sale por los grifos.
  • Almacene agua y haga acopio de líquidos sustituibles: aguas minerales, refrescos, etc.
  • Ahorre consumo en las labores de limpieza del hogar y de utensilios.
  • Sólo utilice la lavadora y el lavavajillas cuando esté completa la carga. Procure recuperar el agua de las mismas y empléela en usos que no sean de posible contagio.
  • Es conveniente usar el inodoro sólo por motivos imprescindibles. Podría introducirse botellas o similares en la cisterna, para reducir su capacidad y ahorrar consumo.
  • Evite regar las plantas y jardines. El agua es un recurso muy escaso en España.
  • Las labores de higiene y aseo personal deben cuidarse especialmente procurando no tener el grifo abierto constantemente; el lavabo se puede utilizar taponando el desagüe, siendo suficiente con una tercera parte de su capacidad.
  • Es preferible ducharse a bañarse, y dúchese abriendo el grifo sólo cuando se proceda a eliminar el jabonado.
  • Evite los ejercicios físicos que causen gran fatiga y sudoración.
  • Cuide sus ojos, pues pueden verse afectados por una atmósfera seca.
  • Si el agua que consume no es de suministro controlado, ni envasada, hiérvala durante quince minutos antes de beberla.
  • Vigile el perfecto estado de conservación e higiene de sus alimentos.
  • El agua del lavabo, de la vajilla y otros utensilios de cocina, debe ser tan segura como la bebida.
  • La sequía afecta a todos los sectores en general (Población, Agricultura, Ganadería, Industria, Servicios sanitarios, turísticos y sociales) de una forma negativa.
  • Las ciudades sufren grandemente la escasez de agua, debido a la concentración de población y a los altos consumos producidos por las industrias y servicios.
  • Debe intensificarse la cloración del agua en piscinas y lugares proclives a sufrir contaminación.
  • No se bañe en lugares donde el agua pueda estar contaminada.
  • Las autoridades velarán en todo momento por la salubridad pública estableciendo, en cada caso, las correspondientes ayudas y controles epidemiológicos.

Riesgos

  • Falta de agua potable y de riego.
  • Propagación de enfermedades.
  • Desecación de tierras y zonas húmedas.
  • Alteración de flora y fauna con reducción de la producción agrícola.
  • Poca disponibilidad de agua para usos industriales.

Distintas situaciones de sequía, según grados de alerta y alarma

a) Situación normal, con previsión de pasar a situación azul en un plazo comprendido entre 10 y 20 días.
b) Situación en la que se requieren medidas de reducción de suministro de agua a la población sobre el consumo normal y se establecen controles sanitarios.
c) Situación en la que se establecen inmediatamente restricciones de abastecimiento de agua del 50% sobre el consumo normal, como mínimo, y controles sanitarios de prevención de epidemias, tanto para la población como para la ganadería.
d) Situación que obliga al suministro de agua mediante recursos ajenos a las localidades afectadas, adoptando medidas sanitarias sobre la población y ganadería.

RECUERDE

  • Las emisoras de radio y televisión le facilitan información de la Agencia Estatal de Meteorología y de Protección Civil. Présteles atención.
  • No propague rumores o informaciones exageradas sobre la situación.
La irregularidad del régimen de las precipitaciones en nuestro país y las grandes diferencias de caudal entre estaciones, han hecho necesaria la construcción de un gran número de presas y embalses para almacenar el agua suficiente en la época de lluvias, regular los caudales de los ríos para evitar inundaciones y aprovechar estos para obtener energía hidroeléctrica.
Según la definición de la Comisión Internacional de Grandes Presas (Icold), una gran presa es aquella que supera los 15 metros de altura o que, con más de 5 metros, tiene un volumen de embalse de más de 3 millones de metros cúbicos.
En España, las primeras presas se construyeron hace unos 5000 años. De hecho, el inventario de grandes presas, actualmente en explotación, se inicia con las de Cornalbo y Proserpina del siglo II d.C. Sin embargo, el periodo de mayor actividad constructora de grandes presas se sitúa entre 1960 y 1980.
Actualmente, en nuestro país hay más de 1.200 grandes presas, situándose en el quinto lugar del mundo después de China, Estados Unidos, India y la antigua URSS.
Aunque las presas son infraestructuras muy seguras, hay que tener en cuenta que puede existir un riesgo (aunque mínimo) de rotura u avería generando una onda de avenida.
Esta es la razón por la cual la Dirección General de Protección Civil introduce, por primera vez, en su Directriz Básica ante el Riesgo de Inundaciones, los criterios de seguridad para prevenir y limitar social y ambientalmente los riesgos y los daños potenciales que las presas podrían ocasionar. 
En 1995, se aprueba la Directriz Básica de Planificación de Protección Civil ante el riesgo de inundaciones, donde se desarrollan los criterios para la clasificación de las presas y el contenido mínimo de los planes de emergencia de presas clasificadas.
En 1996, se aprueba el Reglamento Técnico de Seguridad de Presas y Embalses, a través de una Orden Ministerial de 12 de marzo de 1996.
Actualmente, están en fase de borrador las tres Normas Técnicas de Seguridad:
  • clasificación, elaboración e implantación;
  • construcción, puesta en carga y llenado;
  • explotación, revisión y puesta fuera de servicio.

Consultas y sugerencias: riesgosnaturales@procivil.mir.es
El Sol interactúa física y magnéticamente con todos los objetos del Sistema Solar, ya sean naturales o artificiales, con un nivel de actividad que sigue un ciclo de máximos y mínimos que se repiten aproximadamente cada 11 años y que da lugar a lo que traducido al español entendemos como meteorología espacial, expresión que viene del término inglés "space weather".
En las épocas de actividad máxima, los efectos físicos y magnéticos sobre la propia Tierra y sobre los dispositivos eléctricos y electrónicos desarrollados por el hombre, pueden tener un impacto significativo, incluso provocando daños. Por su probabilidad de ocurrencia y su impacto social, este tipo de eventos se clasifican científicamente como de baja frecuencia / alto impacto, es decir:
  • Tienen un periodo de retorno muy elevado, que no fuerza a la sociedad a disponer de planes de emergencia actualizados.
  • Tienen grandes probabilidades de tener un acusado impacto social por los daños que pueden causar en sistemas tecnológicos, cada vez más interdependientes.
Entre los sistemas potencialmente afectados por la meteorología espacial figuran la localización mediante GPS, las telecomunicaciones, las operaciones vía satélite, el seguimiento espacial, la radionavegación, las redes eléctricas y las redes de transporte de combustible.
En la actualidad, los riesgos derivados de la meteorología espacial son objeto de extensivos estudios en varios países del mundo, tomando en consideración el análisis de eventos pasados y su posible impacto, caso de repetirse con mayor o menor intensidad, en los actuales sistemas tecnológicos cada vez más extensos e interdependientes.
Por ejemplo, en mayo de 2008 y bajo el auspicio del Panel de Estudios Espaciales del Consejo Nacional de Investigación de Estados Unidos (NRC, National Research Council - Space Studies Board), se celebraron una serie de conferencias para determinar el impacto socioeconómico de los eventos extremos de la meteorología espacial, en las que participaron representantes gubernamentales, académicos y de la industria. Como resultado de dichas conferencias, el NRC publicó un informe titulado "Severe Space Weather Events. Understanding Societal and Economic Impacts Workshop Report", que refleja, claramente, cuáles son los riesgos derivados de la meteorología espacial y qué acciones se están tomando al respecto en los Estados Unidos.
La preocupación en Estados Unidos sobre los riesgos derivados de la meteorología espacial, ha llegado a plasmarse a nivel legislativo a través de la "Grid Reliability and Infrastructure Defense Act", acta en la que se ponen de manifiesto las vulnerabilidades de la red de transporte eléctrico norteamericana ante eventos como pulsos electromagnéticos o tormentas geomagnéticas.
En España, diferentes instituciones llevan tiempo estudiando y analizando el fenómeno en si, la forma en que se repite, las zonas del planeta que pueden verse más afectadas, así como desarrollando diversas medidas con el fin de mitigar y responder a las consecuencias que pueda ocasionar este fenómeno.
Desde la Dirección General de Protección Civil se organizaron, durante los días 23 y 24 de marzo del 2011 en la Escuela Nacional de Protección Civil, las primeras jornadas sobre Clima Espacial. Hasta ahora, se han celebrado cuatro jornadas técnicas, la última el 24 de marzo de 2015. En el apartado Documentación de este mismo riesgo se incluyen algunas de las presentaciones que se expusieron durante las diferentes jornadas. Si alguien está interesado en recibir el DVD que se ha editado con la información aportada en cada una de ellas, póngase en contacto con el Área de Riesgos Naturales de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias, y con mucho gusto le haremos llegar un ejemplar.
Si bien, estamos en un periodo en el que la probabilidad de ocurrencia del fenómeno es menor, no obstante es necesario seguir con la vigilancia de la actividad solar, aunque dada la latitud geográfica en que nos encontramos las previsibles consecuencias no parece que pudieran ser especialmente dramáticas,
Consultas y sugerencias: riesgosnaturales@procivil.mir.es
Una central nuclear es una instalación en la que se obtiene energía eléctrica a partir de la energía térmica generada en un reactor nuclearEl combustible utilizado es el uranio.
La producción de energía eléctrica en centrales nucleares de potencia es una actividad autorizada en la mayoría de los países industrializados porque reporta unos beneficios para la sociedad.
La experiencia real ha puesto de manifiesto que, aunque la probabilidad de ocurrencia de accidentes con daños graves al núcleo del reactor, que podrían causar la liberación de importantes cantidades de sustancias radiactiva al medioambiente, sea extremadamente baja, hay que contar con esta posibilidad, por parte, no sólo de la industria y los explotadores, sino también, por parte de los poderes públicos para poder alcanzar el nivel de confianza y seguridad aceptable para todos.
España cuenta en el momento actual con siete reactores nucleares en funcionamiento, ubicados en cinco emplazamientos:
  • Almaráz I y II, en el término municipal de Almaraz (Cáceres)
  • Cofrentes, en el término municipal de Cofrentes (Valencia)
  • Vandellós II, en el término municipal de Vandellós (Tarragona)
  • Ascó I y II en el término municipal de Ascó (Tarragona)
  • Trillo, en el término municipal de Trillo (Guadalajara)
Uno en situación de cese de explotación:
  • Santa Mª de Garoña, en el término municipal de Valle de Tobalina (Burgos)
Dos en fase de desmantelamiento y clausura:
  • José Cabrera en el término municipal de Almonacid de Zorita (Guadalajara)
  • Vandellós I, en Vandellós  (Tarragona)
La experiencia real ha puesto de manifiesto que aunque la probabilidad de ocurrencia de accidentes con daños graves al núcleo del reactor, que podrían causar la liberación, de importantes cantidades de sustancias radiactiva al medioambiente, sea extremadamente baja, hay que contar con esta posibilidad.
Para poder responder de manera eficiente  a las situaciones emergencia, derivadas de accidentes en las centrales, que podrían tener repercusiones radiólogicas en el exterior de las instalaciones,  sobre la población, los bienes y el medio ambiente, es necesario disponer de planes de protección civil, que permitan la puesta en practica de las medidas de protección para evitar o minimizar la exposición a las radiaciones ionizantes.
Actualmente, esta planificación se materializa en:
  • El Plan Básico de Emergencia Nuclear (PLABEN), que contiene los criterios comunes para la planificación, implantación y mantenimiento, de los planes de respuesta exterior;
  • Los Planes de Emergencia Exterior de cada una de las provincias que tienen centrales nucleares:Burgos (PENBU), Cáceres, (PENCA), Guadalajara (PENGUA), Tarragona (PENTA) y Valencia (PENVA),  que incluyen los planes de actuación municipal de los municipios pertenecientes al área de planificación,
  • El  Plan de Emergencia Nuclear de l Nivel Central de Respuesta y Apoyo (PENCRA) , para la aportación de todos los medios y recursos de carácter nacional e internacional, que pudieran ser requeridos de acuerdo a las condiciones y evolución del accidente nuclear.
En caso de producirse liberación de sustancias radiactivas al exterior se produciría un incremento de la radiacitividad ambiental que sería detectado por la Red de Alerta a la Radiacitividad (RAR)
La obtención de energía eléctrica en centrales nucleares implica la existencia de otras instalaciones nucleares para la fabricación de combustible nuclear y el almacenamiento de residuos nucleares y radiactivos.
El uso de materiales radiactivos no se restringe a la obtención de la energía eléctrica. En todo el mundo se utilizan fuentes radiactivas en medicina, industria, agricultura, investigación y enseñanza.
En España, existen cuatro instalaciones nucleares distintas de las centrales nucleares, tres del ciclo del combustible nuclear y una de investigación.
Instalaciones de ciclo combustible nuclear:
  • Fabrica de elementos combustibles de Juzbado (Salamanca),
  • Planta Quercus de fabricación de concentrados de uranio (Salamanca), que está en situación de parada definitiva,
  • y el Centro de Almacenamiento de Residuos Radiactivos El Cabril (Córdoba).
Instalación de investigación:
  • El Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), en Madrid (en fase de desmantelamiento).
Además existen alrededor de 1.500 instalaciones radiactivas de distintas categorías con autorización de funcionamiento.
En estas instalaciones nucleares, distintas de las centrales nucleares y radiactivas en las que se manejan, procesan o almacenan sustancias radiactivas o nucleares podría existir un riesgo de liberación incontrolada o accidental.
En caso de producirse accidentes en estas instalaciones podrían comportar un riesgo, tanto para el personal de tales instalaciones como para la población del entorno y el medio ambiente. 
Si bien el riesgo individual de estas instalaciones es, comparativamente, muy inferior al de una central nuclear en operación,  en bastantes casos puede implicar riesgo apreciable para personas del entorno, los bienes y el medio ambiente, pudiendo ser el riesgo total significativo lo que hace preciso la elaboración de los correspondientes planes especiales.
Por otro lado, no se pueden descartar los riesgos que pueden derivarse del mal uso, ilícito e intencionado, de tales sustancias radiactivas.
Existen numerosos objetos, materiales y productos, de los que nos servimos en nuestra actividad cotidiana, que contribuyen a mejorar nuestra calidad de vida y nos permiten disfrutar de ventajas, servicios y comodidades. Todo ello, gracias al avance de la tecnología.
Sin embargo, para su obtención y fabricación se necesitan procesos industriales que requieren el empleo de sustancias y condiciones peligrosas.
Utensilios de material plástico, materiales empleados en la construcción y aislamiento de edificios, combustibles, fármacos, e incluso las fibras de los tejidos que nos aíslan del frío y la humedad son, entre otros, productos que requieren para su fabricación el uso y manipulación de sustancias peligrosas y el empleo de procesos industriales que entrañan un riesgo.
Estas actividades, por simples que sean, comportan un cierto riesgo. Es decir, existe la posibilidad de producirse accidentes que ocasionen importantes daños. La cuantificación de ese riesgo dependerá de la probabilidad de que suceda un accidente y de la magnitud del daño que éste sea capaz de generar.



Enlaces

El desarrollo tecnológico e industrial de nuestra sociedad, que nos ha ido proporcionando una mayor calidad de vida y un mayor bienestar, también lleva aparejado algún inconveniente, como contaminación ambiental o los riesgos derivados de algunas sustancias y productos que están presentes en nuestro entorno: fibras artificiales, medicamentos, abonos artificiales, conservantes de alimentos, productos de limpieza, carburantes, productos de construcción, comunicación y así podríamos seguir la lista.
En las sociedades modernas se consumen enormes cantidades de estos productos y a pesar de estar sujetos a una normativa estricta, la probabilidad del siniestro se incrementa debido a este incremento del consumo.
La importancia creciente de los sectores químicos, petroquímicos, petrolero y energético y por otra parte la ubicación de polos de desarrollo industrial de materias básicas químicas y petroleras en determinados lugares geográficos no coinciden siempre con los centros de consumo o de transformación de las sustancias producidas, lo que hace que el transporte de mercancías peligrosas en nuestro país, constituya un hecho cotidiano.
La mayoría de los accidentes ocurren en el transporte y en los centros de almacenamientos y consumo, pero los siniestros más graves han ocurrido en centros de producción o distribución ya que, aunque las medidas de seguridad son superiores, las cantidades almacenadas del producto son también mayores.
Definimos materia peligrosa como aquella sustancia que durante su fabricación, almacenamiento, transporte o uso genera humos, gases, vapores, polvos o fibras de naturaleza explosiva, inflamable, tóxica, infecciosa, radiactiva, corrosiva o irritante, en cantidades que pueden producir daños a personas, bienes o al medio ambiente.
Pero por mercancía peligrosa se entiende las materias y objetos cuyo transporte esta prohibido por los reglamentos del transporte o aquellas cuyo transporte esta autorizado por dichos reglamentos, únicamente en las condiciones que éste prevé.
Debido al número y gravedad de los accidentes que se producían en el transporte de algunas mercancías, se decidió regular las condiciones que se han de cumplir en este tipo de transportes.
El número de sustancias peligrosas es muy elevado: algunos manuales registran más de 12.000. La última edición del "libro naranja" de la ONU (2015) sobre transporte de MM.PP. tiene recogidas, aproximadamente las 3.000 más importantes, desde el punto de vista de su peligrosidad y de la importancia socioeconómica de su producción y transporte.

Acciones a tener en cuenta en carretera

Si circula detrás de un transporte de mercancías peligrosas, aumente la distancia de seguridad y extreme las precauciones en caso de adelantamiento.
Si observa alguna fuga en un vehículo que transporta mercancías peligrosas avise al conductor.

En caso de accidente

  • Avise al 112.
  • Ante una fuga, derrame o incendio absténgase de intervenir.
  • No fume.
  • Aléjese del lugar, para facilitar la llegada y actuación de los servicios de intervención.
  • Procure no interrumpir el tráfico.
  • Evite situarse en la dirección del viento.
  • Si se encuentra en casa cierre puertas,   ventanas y baje las persianas.
  • Conecte una radio a pilas.
  • Respete las instrucciones de los servicios de intervención. 

Medidas a llevar a cabo por los servicios de intervención

  • Confinamiento.
    • La población deberá permanecer en sus casas con puertas y ventanas cerradas y fuera de la vista del accidente. Se eliminarán fuentes de ignición y se pararan los sistemas de ventilación.
    • Diversos estudios demuestran que per

      manecer dentro de los edificios aumenta el grado de protección frente a nubes tóxicas, la radiación térmica
  • Alejamiento y Evacuación.
    • La evacuación es el traslado masivo de población a zonas seguras.
    • En la mayoría de los casos es mas seguro el confinamiento.